La colección Delta está concebida para convivir en espacios contemporáneos interiores o exteriores. Una de sus grandes características, es la ligereza visual, lo que hace que el objeto parezca virtualmente flotar. La familia se completa con una silla que adopta un carácter atemporal, siempre buscando un balance entre la poesía y el realismo, entre la materia y el vacío, entre la abstracción y la emoción. El objetivo fue el de crear el máximo de sensaciones con el mínimo de recursos, poniendo en crisis la lógica habitual para verificar si podría existir la posibilidad de aportar algo nuevo.