La cuerda y el acero se unen, en un binomio perfecto y original, en el asiento de relax Vetta. El perfil definido por el tubular se envuelve a sí mismo como un extremo que se convierte, con su prolongación ideal, en un auténtico cable, para permitir el cierre. El ojal con argolla situado en el extremo de la estructura permite dos posiciones distintas, para asegurar practicidad y confort.